Esta semana recibí un comentario en uno de mis post que me enriqueció gratamente y me inspiró para escribir una entrada coincidiendo con el Día Mundial de la Terapia Ocupacional, que se celebra mañana.
Ésta fue la imagen publicada el año pasado en el estupendo blog "xuntos", definiéndola como la "profesión que se ocupa de la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación". Una definición que me gusta especialmente.
Por otro lado, mi compañera comentaba que lo que nos diferenciaba de los demás profesionales era que "usamos la actividad para la consecución de objetivos".
No pude resistirme a rebatir esta consideración aportando mi punto de vista.
Para mí, todos los PROFESIONALES con FORMACIÓN e INTERÉS (teniendo en cuenta lo que estas cualidades significan) persiguen objetivos utilizando actividades para ello. Evidentemente, cada perfil profesional utilizará unas u otras dependiendo del significado de su disciplina, o lo harán conjuntamente si trabajan en equipo.
Por lo tanto, creo que lo que nos diferencia es el modelo que utilizamos para intervenir y la metodología empleada.
Así, para completar la anterior definición, diría que la ocupación ayuda a “enseñar las posibilidades para alcanzar una vida significativa”. En ocasiones serán técnicas (sistemas de apoyo), otras veces prácticas (puedes
probar a decir esto, puedes realizar una transferencia de esta manera, etc).
Lo que cada día tengo
más claro es que NO SOMOS DIOSES y por mucho que nos parezca, no somos quienes
para determinar qué es lo que le conviene a cada persona.
Creo que debemos
alejarnos del concepto paternalista (“Esto es bueno para ti”) por un concepto
basado en el empoderamiento, que implica el desarrollo de una confianza en las
propias capacidades. (“Puedo mostrarle el abanico de opciones disponibles pero
es el usuario el que debe decidir”)
En caso de que la persona ya no
cuente con esta capacidad (como puede ser el caso de las demencias), creo que
mantener la independencia es importante pero en mi lista de prioridades está antes la
de mantener la DIGNIDAD Y EL BUEN TRATO. Reflexionemos ¿es mejor que un usuario
derrame toda su comida delante de otros simplemente por el hecho de que coma
por su mano?
Realmente, esta
pregunta no tiene una respuesta única porque siempre va a depender de la
persona, de sus prioridades o las de su familia.
Me quedo con una visión
holística y sobre todo centrada en la persona, ya que esto es lo único que hará
que nuestras intervenciones no parezcan “entretenimientos”, sino ejemplos a seguir por cualquier cuidador formal o informal.
Si una persona quiere ser lo que desea ser, llegará a hacerlo a través del hacer.
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