La importante labor del terapeuta ocupacional en el tratamiento del cáncer

Hoy, sábado 19 de Octubre, vemos como se tiñen de rosa nuestros pequeños rincones sociales en honor al día contra el cáncer del mama,una enfermedad que afecta a 1 de cada 8 mujeres en nuestro país y la primera causa de mortalidad en la población femenina. Pese a los avances, el cáncer sigue siendo culturalmente sinónimo de muerte, y eso es lo que lo hace tan grave y doloroso.

Hace aproximadamente un mes, el periódico "la razón" publicaba una de las afirmaciones surgidas en un Curso de Oncología realizado por una Universidad Española: «La terapia ocupacional desempeña un rol positivo al mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer».  La profesora de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de Chile, Erna Navarrete Salas,  explicó algunas generalidades sobre esta enfermedad matizando que en su tratamiento, los terapeutas ocupacionales  reeducan las condiciones de vida para favorecer la estabilidad emocional, revalorizando y dando significado a otros roles ocupacionales. 

¿Pero de qué manera mejora la percepción de calidad de vida? Normalmente nos imaginamos a un cirujano trabajando, también a una enfermera pero no a un terapeuta ocupacional en este ámbito.

 Pues bien, veremos qué objetivos persigue el Terapeuta con pacientes que sufren cáncer de mama:

1. Educar a la persona sobre diferentes equipos asistivos disponibles para facilitar las tareas diarias.
     Esto es asesorarle sobre productos que le ayuden a realizar de forma independiente sus actividades de la      vida diaria, asi como informar de forma exhaustiva sobre las prótesis mamarias.

2. Mejorar la participación en rutinas diarias del/la paciente. Esto es, motivar a que siga participando de su vida cotidiana como hasta ahora, que no se rinda, que siga partipando.

3. Proveer manejo del linfedema mediante drenaje manual y vendajes de compresión

4. Diseñar programas de ejercicios para mejorar el movimiento y la fuerza de la  extremidad afectada

5. Educar sobre el manejo del estrés y otras complicaciones mediante asesoramiento para el día a día (usar guantes, ropa adecuada, carteras livianas, etc.), técnicas de relajación o música, talleres de autocuidado de imagen personal...

En definitiva, un intervención que no debe obviarse debido a sus múltiples beneficios en la lucha contra esta enfermedad cuyo nombre debería ser sólo el nombre de un signo del zodíaco.